Regla de una gota

La regla de una gota (en inglés One-Drop Rule) fue una norma que estuvo vigente en los tribunales de los Estados del Sur de Estados Unidos desde la Proclamación de Emancipación de 1863, por la que los esclavos negros pasaron a ser hombres libres, hasta la década de 1870. Según el One-Drop Rule era considerada negra aquella persona que llevara una «sola gota» de «sangre negra», es decir, quien tuviera un solo antepasado africano en las últimas cinco generaciones. Como ha señalado Christian Geulen, «de esta forma se declaró no existente, al menos jurídicamente, cualquier forma de mezcla racial; sólo había genuinos blancos o negros. Naturalmente se descartó una aplicación inversa del One-Drop-Rule para saber quién debería ser considerado jurídicamente como blanco…».[1]

La norma también fue aplicada a otras minorías. Así, los descendientes de un blanco y un nativo (piel roja) eran considerados nativos, sin importar el grado de color que este tuviera. Lo mismo ocurría para chinos (amarillos) y todo grupo étnico. En la actualidad, aunque en menor grado, sigue utilizándose con connotaciones identificativas.

El poeta Langston Hughes escribió en su libro de memorias de 1940 lo siguiente:

Usted ve, lamentablemente, no soy negro. Hay muchos tipos diferentes de sangre en nuestra familia. Pero aquí en los Estados Unidos, la palabra «negro» es usada para designar a cualquiera que tenga algún tipo de sangre negra en sus venas. En África, la palabra es más pura. Esto quiere decir que todos los de raza negra, son por lo tanto negros. Yo soy moreno.[2]

  1. Geulen, 2010, p. 115. ”Lo cual supondría que un Estado como Haití, marcado por una esclavitud de siglos tuviera aproximadamente un porcentaje del 90% de población blanca”
  2. Langston Hughes, The Big Sea, an Autobiography (New York: Knopf, 1940).

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